El laurel siempre ha sido una planta muy popular en nuestras cocinas, pero antes era utilizada más que nada como aliño para la comida y, ahora podría decirse que para todo.
Son muchos los beneficios saludables que nos proporciona el laurel, y quizá sepas unos cuantos, pero seguro que no todos.
Hoy, os contaremos un genial e idóneo truco sobre todo para épocas de gripe que, fue descubierto por los antiguos griegos y romanos.
Y lo mejor de todo es que no tendrás ni que comer las hojas, ni tampoco hacer ninguna poción mágica mezclándolas con medicinas; será suficiente con encender las hojas en casa… Es alucinante ver cómo reacciona tu cuerpo ante ello.
Si alguna vez has entrado a un cuarto que te ha llenado con una calma y un balance, es probable que hayan habido hojas de laurel en el cuarto, pues no olvides que el laurel no solamente da sabor a la comida; hace muchísimas más cosas.
Y todo empezó hace mucho, mucho tiempo…
Los griegos y los romanos creían que el laurel tenía propiedades curativas y aportaba fuerza. No sólo lo utilizaban en la comida, también como medicina. Usaban sus populares hojas, frescas o secas o en agua para prevenir varias enfermedades.
No es casualidad que el laurel se daba a personas que habían hecho algo especial durante la época de los romanos y que se utilice hoy como símbolo de esperanza, victoria y heroísmo.
Ahora vemos que los médicos del imperio romano no estaban nada equivocados con lo que decían cientos de años atrás. El laurel es una planta que cada día se está haciendo más popular en todo el mundo.
Además de haberse demostrado que el laurel tiene un efecto relajante, son varios estudios los que han revelado que también puede tener efectos curativos, analgésicos, antiinflamatorios, e incluso prevenir la aparición de piedras en el riñón.
También tiene propiedades antibacterianas y contiene eucalipto, que puede reducir los síntomas de resfriado y gripe (ya que el eucalipto tiene efectos antisépticos en las bacterias patógenas del sistema respiratorio).
¿Cómo podrás sacarle partido al laurel?
Pues muy sencillo, no necesitas más que una veladora, unas hojas de laurel secas y fósforos.
Después, simplemente tendrás que encender las hojas. Aunque, ten en cuenta que las hojas secas de laurel arden muy rápido, así que, con cuidado.
Después de unos minutos, empezarás a notar que un aroma relajante se extiende por la habitación, que te ayudará a aliviar el estrés y la tensión.
¡Muchas personas notan incluso cómo los músculos se van relajando en tan sólo 10 minutos después!
Este aroma parece tener estos efectos relajantes porque contiene metil eugenol.
Pero incluso aunque no notes sus efectos relajantes, te dejará un fantástico aroma en la casa. Y eso agrada a cualquiera, ¿verdad?
¡Merece la pena compartirlo solo por conseguir que alguien se sienta mejor!
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